
Superestrellas, Divas, consultores y cualquier otro que aspirara al puesto de Triple H: pueden guardar su curriculum por el momento. En Night of Champions, el Director de Operaciones de la WWE acabó con las ambiciones de sus posibles sucesores cuando derrotó a CM Punk para mantener su puesto como ejecutivo, gracias al hombre denunciado por el propio The Game semanas atrás: Kevin Nash. Pero en realidad no es tan fácil.
Al igual que el resto de la WWE, el conocido como "La Voz de los sin voz" puede haberse quedado sin palabras después de caer ante el representante del poder establecido en un combate sin descalificación que al final favoreció a Triple H haciendo que el Jackknife Powerbomb de Nash fuera claramente legal. Dadas las reglas del combate, todo estana permitido, incluyendo la interrupción de The Miz y R-Truth, cuyo ataque sobre los dos combatientes abrieron las compuertas al caos total.
El grupo de teóricos de la conspiración estaban preparados para enfrentarse a las consecuencias después de un esfuerzo inútil que les llevó a perder ante los campeones por equipos de la WWE y del atroz ataque posterior a un árbitro de la WWE, todo ello al comienzo de la noche. Citando una supuesta conspiración por parte del Director de Operaciones, el dúo golpeó agresivamente tanto a Triple H como a su enemigo. Satisfechos con su trabajo, la pareja colocó a Punk encima de un arrasado The Game, pero cuando la cuenta de tres no se llevó a cabo, Miz y Truth atacaron una vez más a un árbitro de la WWE (esta vez fue a Scott Armstrong).
La superestrella de las cosas bien hechas y el Asesino Cerebral se recuperaron, obligando a los intrusos a alejarse. John Laurinaitis y un segundo árbitro entraron en escena. Entonces, en medio del caos y después de un rápido mensaje de texto desde el móvil de Laurinaitis a Big Daddy Cool, Nash entró en el ring para llevarse por delante, sorprendentemente, tanto a su antiguo amigo como a su rival tatuado.
El Director de operaciones recuperó el equilibrio, tomó represalias contra su amigo de dos metros pegándole con un mazo en la cara y entró al ring de nuevo para ejecutar un Pedigree interminable (el segundo del combate) a CM Punk para lograr la victoria.
El Asesino Cerebral, que históricamente ha competido por los títulos más prestigiosos de la WWE en Night of Champions, se aferró a otro título muy particular en Buffalo, el de Director de operaciones de la WWE. Pero la polémica volvió a acompañar a Triple H, algo que se ha vuelto frecuente desde que se hizo cargo del puesto, y Nash volvió a provocar un conflicto de intereses con su excompañero.
Sea o no por el medio más conveniente, Triple H silenció de manera efectiva (al menos temporalmente) a la superestrella de las cosas bien hechas. Después de pasar meses soportando las incisivas observaciones de CM Punk sobre su integridad, todo culminó en una feroz batalla con un resultado polémico... una vez más.
Las consecuencias de todo el desorden es que la WWE espera respuestas sobre la participación de Nash y lo que podría muy bien haber sido una conspiración magistral de ataque. ¿Saldrán esas respuestas a la luz si Punk ejerce su infame pipe bomb sólo 24 horas después de la Noche de Campeones en el SuperShow de Raw en la WWE?