
A pesar de su enorme capacidad, la carrera de la sensación internacional llegó a un alto repentino, cuando se lesionó durante Money in the Bank en el mes de julio. Cuando Sin Cara regresó antes de lo que los médicos aconsejaron, había añadido unos 10 kilos de músculo y, lo que es aún más impresionante, había agregado maniobras atléticas y estéticas a su repertorio. También exhibió una agresividad antideportiva que no se había visto antes.
La situación se volvió entonces más desconcertante. En la edición del 16 de septiembre de SmackDown, nos enteramos de que no había uno, sino dos Sin Cara, Momentos después de que un luchador compitiera contra Daniel Bryan, un segundo luchador, idénticamente vestido a Sin Cara, corrió hacia el ring para enfrentarse al primero. Los dos enmascarados permanecieron mirándose el uno al otro mientras la WWE se quedó sin palabras.
En las semanas que siguieron, las tensiones continuaron creciendo entre ambos, incluyendo múltiples intercambios físicos que parecían surrealista. Y los aficionados, mientras tanto, se preguntaban, ¿quién es quién?
Finalmente, el 30 de septiembre en SmackDown, una de los Sin Cara apareció en la pantalla gigante, quitándose el distintivo azul y oro para revelar una máscara negra y plata y diciendo al mundo que el personaje vestido de azul y oro le había robado su identidad como Mistico en el pasado. Además, proclamó que su combate en Hell in a Cell decidiría quién sería conocido como Sin Cara.
Por desgracia para él, en Hell in a Cell ganó el Sin Cara original. Fue una pelea de ida y vuelta que podría haber caído del lado de cualquiera. De hecho, el combate fue tan reñido que la cuestión de quién es mejor de los dos todavía puede quedar sin respuesta.