El Campeón de la WWE John Cena fue el que rió el último en un Last Man Standing Match en Extreme Rules a costa de El Animal. Con un enloquecido Batista que no hacía más que saltar junto al ring, la presencia de un Cena desafiante burlándose de su enemigo atrapado al final de este bárbaro combate sólo hizo enfadar aún más de su rival y que los seguidores de la WWE disfrutaran de su Campeón.
El reinado de Cena, que comenzó con su victoria sobre El Animal en WrestleMania, estaba en serio peligro en la noche en la que todos los que componen la WWE se dan cita en el extremo. El campeón se vio frente a alguien muy conocido, una mole de casi dos metros de altura que tenía una única intención: recuperar su codiciado título de la WWE… y aniquilar totalmente a su poseedor.
En este infame y vil combate diseñado para los guerreros más duros del circuito, la única manera que un hombre tiene de ganar es asolando a su rival e incapacitándole, de modo que sea incapaz de ponerse de pie durante la cuenta de diez que lleva a cabo el árbitro.
De esta manera, el supuesto "golpe de suerte" con el que Cena ganó a Batista en Wrestlemania no podría repetirse en una colisión de este tipo. Por lo tanto, El Animal no puede protestar por perder en el
Last Man Standing Match que, por otra parte, él mismo solicitó personalmente.
Sin embargo, y en última instancia, la rendición de Batista en WrestleMania ante el STF de Cena no sería tan embarazosa como una derrota en Extreme Rules del Animal con sus reglas favoritas.
La pelea fue tal vez la más física de toda la noche, con niveles de tortura incomparables por parte de ambos luchadores. La multitud que abarrotaba el pabellón de Baltimore donde tuvo lugar la pelea casi explotó cuando Cena consiguió unir un Ajuste de Actitud sobre una silla de acero con otro encima de la mesa de retransmisión sólo unos minutos más tarde. Como El Animal, Cena también se negó a quedarse horizontal una vez que su rival casi le parte la espalda con un Spinebuster primero y, de nuevo después, con una Bomba de Batista.
Además de sus habituales maniobras de alto impacto, ambos combatientes mejoraron sus repertorios mediante el empleo de todo lo que pudieron encontrar en el ring y en sus inmediaciones, desde herramientas a mesas y, la que fue decisiva, cinta de embalar.
Cuando parecía que ninguno de los dos rivales iba a sucumbir, el Campeón de la WWE decidió obtener nuevos recursos. Cena ató las piernas de su enemigo alrededor del poste del ring y luego envolvió a Batista por los tobillos, incapacitándole para alcanzar una posición vertical.
Atrapado por el campeón, El Animal no pudo liberar sus pies atados para responder a la cuenta del árbitro. Cuando el colegiado llegó al dos, Batista comenzó a retorcerse. Cuando se llegaba por el nueve, se resistió violentamente pero fue en vano. Y con el 10, Cena celebró una exitosa defensa del título con algunas bromas a menos de un metro de distancia de la cara de su enemigo, que seguía sin poderse mover.
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